Poder total de la mente

Un eminente investigador del Poder Total de la Mente nos cuenta cómo lo descubrió. En su fascinante narración este médico egresado de la Universidad de Tennessee y luego residente en la Universidad de California, detalla que en un momento al principio de su carrera escuchó decir a una colega que las personas normales solo utilizamos un 10% de nuestra mente. Eso lo hizo sentirse fascinado por investigar cómo utilizar el restante 90% y de cómo ello podría cambiar la vida de cada persona que lo hiciera. Leamos su apasionante y motivador relato, a continuación.

Los estudios de medicina son penosos y yo deseaba conocer más sobre cómo utilizar la totalidad de mi mente. De poder emplear el 90 por 100 que permanece «muerto», tendría mayores posibilidades de obtener mejores resultados en mis estudios. Yo ardía en deseos de descubrir esa reserva interior mental para incrementar mi energía, mejorar mi memoria y, al mismo tiempo, relajarme.

La lectura de numerosos volúmenes de temas referidos a esta materia en la biblioteca médica me llevó a la investigación de Edmund Jacobson, que describió en 1930 los beneficios mentales de las técnicas de relajación.

Había allí una serie de obras de otros notables doctores, pero estaban confinadas a las bibliotecas médicas y a los laboratorios de instituciones tan eminentes como Standford, a las universidades del M.I.T. y Harvard. En los estudios que realicé sobre el tema descubrí los campos importantes en que puede influir la mente: ayudar a mantener una buena salud, hacer que desaparezca la enfermedad y, en-general, conferir buena estabilidad física y mental.

Una vez dispuse de todo este material, me decidí a someter toda esta información a un test personal. Deseaba utilizar mi mente en mayor proporción para avanzaren los estudios de medicina con mayor rapidez y provecho.

Mis experiencias me llevaron a relajarme mejor y mejoré en mis rendimientos académicos. Incrementé mi memoria, comprendía mejor los temas y me concentraba con mucha más facilidad; leía con mayor rapidez. Tenía necesidad de cuanta ayuda pudiera Obtener en mis estudios, y lo logré mediante el uso cada vez más completo de mi mente,

Pero mis investigaciones sobre el empleo de la mente no se detuvieron cuando conseguí graduarme en la facultad de medicina, sino que continuaron a través de mis áños de práctica como médico. Seguí sometiendo a prueba lo que decían las revistas médicas y científicas sobre temas relacionados con la mente.

En mi praxis profesional observé que muchos de mis pacientes mejoraban cuando desarrollaban una actitud mental más cooperadora. Al mismo tiempo, existían muchas personas que buscaban ayuda, pero no sabían a quién dirigirse. Había también algunos que no utilizaban su mente para influir en sus problemas; sin embargo, aquellos que la empleaban se encontraban en mejores condiciones para hacer frente a los problemas de la vida con garantías de éxito.

Pero había una cosa que me preocupaba enormemente: tal ayuda hallábase al alcance de cualquiera: del sano que deseaba incrementar su salud, del enfermo que ansiaba más ayuda para superar sus achaques. Pero no existía una guía práctica que pudiera servir a los pacientes.

Muchas personas, lo dije anteriormente, buscan la solución a sus problemas recurriendo a los amigos, a cultos y creencias diversos; llegan a gastar verdaderas fortunas con los agoreros. Mis amigos me hicieron observar en repetidas ocasiones que las personas que utilizan mejor su mente tienen más éxito en la solución de sus problemas, mientras que los que dependían de otras eran recompensados en menor medida. Y siempre se cumplía este paradigma por más esfuerzo que realizaran o por más dinero que gastaran los que buscaban ayuda en algo «externo» a ellos mismos.

Tal vez la parte más fascinante de mi investigación consistió en entrevistar a miles de pacientes y amigos para saber cuáles eran sus problemas y cómo se enfrentaban a ellos. En la mayoría de los casos llegué a comprobar que disponían de muy pocos sitios a los que acudir. Incluso aquellos que podrían ofrecer una posibilidad de ayuda -médicos, psicólogos y consejeros religiosos- estaban en condiciones de dar, a lo sumo, respuestas parciales.

El abanico de problemas era inmenso: desde conseguir finalizar la carrera hasta disfrutar de mejor salud física o emocional. Los que lograban el éxito estaban utilizando algunas de las técnicas del Poder Total de la Mente..., aunque no fueran conscientes de ello.

Partiendo de todas las observaciones e investigaciones realizadas por el eminente científico y su práctica profesional de años logró desarrollar los conceptos y técnicas del Poder Total de la Mente tal como se encuentran expuestos en este curso por entregas.

Las técnicas del Poder Total de la Mente están a disposición de toda persona que desee utilizar su mente para su propio beneficio.

Desde un punto de vista médico y científico, he descubierto que existen determinadas maneras de utilizar la mente que ocasionan resultados beneficiosos. Este curso es una guía concisa que le enseñará estas maneras de utilizar la mente.

El Poder Total de la Mente puede aplicarse a miríadas de problemas y situaciones. Su utilización es tan limitada como el usuario quiere que sea. Su empleo servirá de ayuda en muchas de las situaciones de la vida. Su mente es de usted. Utilice todas sus capacidades y se sentirá más feliz, una persona más satisfecha, con un sentimiento total de bienestar.